El turismo náutico en Baleares ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, generando una gran presión sobre el entorno, con un impacto especial sobre los ecosistemas bentónicos de los principales anclajes de refugio existentes en las islas.
La bahía de Pollença es un área en la que confluyen numerosas presiones antrópicas que se han visto incrementadas en los últimos años menguando los hábitats submarinos subyacentes en esta zona de la isla. En ésta, no sólo fondean cientos de embarcaciones a lo largo de la temporada estival, sino que buena parte de ellas fondean de forma fija durante todo el año sin ningún tipo de regulación ni seguimiento. Estos fondeos permanentes no sólo se vinculan a la población local del norte de Mallorca, sino también embarcaciones extranjeras.
Los motivos que han llevado a esta pérdida de biodiversidad son diversos y no podría indicarse un único actor principal. Asimismo, cabe destacar la importante implicación de las prácticas náuticas en la pérdida de biodiversidad y calidad del agua. Estas acciones presentan un fuerte impacto sobre el fondo, causando la destrucción del hábitat y la erosión del mismo, pero también sobre la calidad del agua, consecuencia de los vertidos de aguas y residuos de las embarcaciones fondeadas permanentemente en la bahía.
Por tanto, este estudio se centra en el impacto provocado por las embarcaciones y fondeos permanentes que, en muchos casos, suponen ocupaciones ilegales del dominio público marítimo-terrestre (instalación no autorizada de muertes de fondeo), lo que pretende dar una visión global de la presión que estas actividades ejercen sobre el saco interior de la bahía de Pollença y finalmente proponer alternativas para la gestión de esta problemática.