El Ayuntamiento de Pollença han presentado este jueves un estudio sobre el estado del fondo marino de la bahía de Pollença que a finales del año 2021 el ayuntamiento encomendó a la asociación Arrels Marines, una organización sin ánimo de lucro constituida el 2020 con el objetivo de proteger y preservar la belleza del mar balear mediante la conservación marina, la conciencia ecológica y la educación ambiental.
El estudio ha sido presentado por Sebastià Cabanellas y Josep Vives, de Arrels Marines, el alcalde del Ayuntamiento de Pollença, Bartomeu Cifre, y la regidora de Turismo, Administración Electrónica y Comunicaciones, Medio Ambiente y Policía Local, Maria Buades.
Se trata de un estudio sobre la actividad náutica en la zona interior de la bahía de Pollença, así como sus repercusiones ambientales con cuatro objetivos: evaluar el estado ecológico de la zona en el interior de la bahía de Pollença; el impacto ecológico y social de las embarcaciones de recreo; evaluar el impacto de los residuos y las estructuras de fondeos ilegales y aportar posibles soluciones compatibles con la realidad de la zona.
El trabajo de diagnóstico se ha llevado a cabo por el equipo científico de la asociación y ha consistido en hacer una serie de inmersiones en la bahía de Pollença para contabilizar el número de fondeos y estructuras que usan las embarcaciones que fondean en la bahía. Durante las inmersiones se han efectuado diferentes estructuras que han cubierto una superficie de estudio de 12.400 metros cuadrados.
IMPACTOS
Derrames y filtraciones de aguas residuales.
Sustitución y reposición de arena.
Baja movilidad oceanográfica.
Exceso de fondeos y presión náutica.
Exceso de basura.
CONCLUSIONES
El estudio concluye que:
La zona interior de la bahía de Pollença se encuentra al límite de la carga ecológica por la presión de las embarcaciones.
La zona de estudio está llena de residuos voluminosos (estructuras utilizadas para el fondeo permanente). Se calcula que podría haber entre 1.662 y 2.375, valores que se podrían incrementar con el tiempo a causa del constante aumento del sector náutico.
El mal estado de conservación por exceso de embarcaciones no solo lleva a un deterioro ecológico de la zona, sino que, además, produce desavenencias sociales y económicas.
La mayor parte de la bahía ha sufrido una modificación de los sedimentos, y presenta un sustrato mayoritariamente fangoso con poca capacidad resiliente para la regeneración del hábitat.
El impacto ecológico provocado por esta situación -más otros problemas que no han sido estudiados en este informe-, sumado a la problemática social que genera, insta a la recuperación ambiental y a la mejora de la regulación, y se tiene que adecuar a la capacidad de carga física actual del ecosistema. Una mejora de la gestión de los fondeos y explotación de la zona de estudio posibilitaría una disminución de los impactos sobre el medio (comunidad bentónica y calidad del agua) y una mejora de la seguridad de la navegación y el baño.
MITIGACIÓN DE IMPACTOS
Para mitigar los impactos, los autores del informe proponen:
Eliminar embarcaciones fondeadas de manera permanente y poner en marcha un parque de fondeos ecológicos.
Limpiar el fondo de los diferentes residuos marinos (estructuras de fondeos ilegales).
Vigilar la zona de manera activa para hacer cumplir las leyes de seguridad y ecología marítima.
Regular o limitar la velocidad de las embarcaciones a la zona debido a la poca profundidad.
No arrojar más arena no biogénica en las playas de Albercuix ni en zonas adyacentes sin estudios previos de impacto ambiental.
Hacer un seguimiento periódico de la evolución ambiental de la zona de estudio, prolongado en el tiempo, para tener monitorizada la zona.
Crear un plan de gestión y vigilancia para hacer cumplir las leyes y minimizar los impactos existentes en la zona.
El informe constata que en Formentor los impactos de las ànclas sobre las praderas de posidonia se pueden apreciar a simple vista. Por este motivo, el Ayuntamiento de Pollença reclama a la Demarcación de Costas de las Islas Baleares que se vuelvan a colocar las boyas en la bahía de Formentor para evitar los fondeos de embarcaciones.